Fue uno de los motivos que tuve para emprender este viaje.
Pensaba hacer la espera más larga para ganar en emotividad, pero se dio al segundo día, y fue, sencillamente, maravilloso.
A las 9 de la mañana en la estación me esperaba el Viejo Expreso Patagónico, más conocido como La Trochita, un tren que transita la patagonia desde la década del ´40 y que ahora convertido en atractivo turístico, ofrece a los pasajeros la grata sensación de retroceder en el tiempo.
El viaje que realiza hasta las estación Nahuel Pan dura aproximadamente una hora, y una guía acompaña el trayecto contando datos técnicos del tren y mostrando lo importante que fue para la región patagónica, ya que el trayecto original es de Esquel hasta Ingeniero Jacobazzi, tardando unas 22 horas para realizar el viaje, a 40 km/h de promedio.
En la estación Nahuel Pan nos esperan una comunidad mapuche, donde ofrecen diversos artículos regionales y un museo, donde Etelvina, la encargada del Museo de Culturas Originarias, nos eriza la piel contando la historia de una abuela mapuche que dijo mantenerse al frente de la comunidad hasta no tener más fuerzas. Esta abuela falleció a los 122 años, lo cual deja una gran reflexión: mientras nosotros nos quejamos cotidianamente porque estamos cansados, necesitamos vacaciones o un cambio de aire, esta abuela se mantuvo con energías hasta semejante edad.
Pensaba hacer la espera más larga para ganar en emotividad, pero se dio al segundo día, y fue, sencillamente, maravilloso.
A las 9 de la mañana en la estación me esperaba el Viejo Expreso Patagónico, más conocido como La Trochita, un tren que transita la patagonia desde la década del ´40 y que ahora convertido en atractivo turístico, ofrece a los pasajeros la grata sensación de retroceder en el tiempo.
El viaje que realiza hasta las estación Nahuel Pan dura aproximadamente una hora, y una guía acompaña el trayecto contando datos técnicos del tren y mostrando lo importante que fue para la región patagónica, ya que el trayecto original es de Esquel hasta Ingeniero Jacobazzi, tardando unas 22 horas para realizar el viaje, a 40 km/h de promedio.
En la estación Nahuel Pan nos esperan una comunidad mapuche, donde ofrecen diversos artículos regionales y un museo, donde Etelvina, la encargada del Museo de Culturas Originarias, nos eriza la piel contando la historia de una abuela mapuche que dijo mantenerse al frente de la comunidad hasta no tener más fuerzas. Esta abuela falleció a los 122 años, lo cual deja una gran reflexión: mientras nosotros nos quejamos cotidianamente porque estamos cansados, necesitamos vacaciones o un cambio de aire, esta abuela se mantuvo con energías hasta semejante edad.
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